Ingredientes:
(Importante: todos los ingredientes deben estar a temperatura ambiente)
100 g de azúcar
1 huevo
350 g de harina
200 g de mantequilla
1 cucharada de café de esencia de vainilla
Almendras (tantas como galletas se vayan a hacer)
Mermelada de fresas
*Nota: si quieres que los dedos sean negros, sustituimos 50 gramos de harina por la misma cantidad de cacao en polvo.
Utensilios:
Batidora
Una bandeja de horno
Un cuchillo
Papel film
Papel de horno
Elaboración:
Batimos el azúcar con la mantequilla hasta obtener una crema fácil de manejar.
Añadimos el huevo y seguimos batiendo.
A continuación, empezamos a incorporar la harina. Lo hacemos en dos partes: primero la mitad y luego la otra mitad.
Una vez que la harina esté bien mezclada (que no se vean ni hagan grumos), agregamos la esencia de vainilla.
Ahora tenemos que formar una bola con la masa. La cubrimos con papel film y la metemos en la nevera.
Cuando la masa se vuelva manejable sin ser pegajosa (antes de que se enfríe del todo), podremos empezar a moldear los dedos. La estiramos y hacemos cilindros del tamaño del dedo corazón. En lo que va a ser la parte delantera del dedo, colocamos la almendra como si fuese la uña. Con un cuchillo dibujamos rayas, imitando nuestros nudillos, de tal modo que el dedo sea lo más real posible.
Cuando estén listos, los colocamos sobre una bandeja forrada con papel de horno. Precalienta el horno a 170º. Cuando esté caliente, metemos las galletas durante 15 minutos.
Para finalizar, mojamos un pincel en la mermelada de fresas y pintamos las galletas con gotas de sangre, al gusto de cada cual.
¡Ya nos contaréis si habéis triunfado en la fiesta!
Receta extraída de Los archivos secretos de Escarlatina, de Ledicia Costas. Ilustraciones de Víctor Rivas.