Una historia laberíntica, fantástica y metálica, con muchas, cientos, miles, millones de tuberías.

El país donde vive M no es como el tuyo.

M vive en un reino de metal atravesado por mil millones de tuberías, en una casa metálica con un patio donde crece un césped gris y brillante.

Pues bien, en ese país, en esa casa, en ese patio... va a caer un meteorito.

Si por casualidad vieras uno cayendo encima de ti, haz lo mismo que M:

Primero, apártate.

Después, no dejes que nadie se lo lleve.

"Escrito con una simpatía atractiva para niños y jóvenes, Diego Arboleda sabe bien meterse al público infantil en el bolsillo y emplea un sentido del humor apto para todas las edades. A diferencia de las historias más simples, la de Mil millones de tuberías cuenta con una doble trama, entremezclada a lo largo de toda la narración para que no haya lector aburrido. Eso sin mencionar las ilustraciones de Raúl Sagospe, presentes en casi todas las páginas y que le convierten en el indiscutible coautor. Sus tonos azules son todo un acierto." (El Cronista de Salem, El Templo de las Mil Puertas)

"A mí me ocurre que hay relatos que, por alguna o algunas razones previas a la lectura (o más bien motivos y no razones), me caen bien. En este caso fueron: que el texto de contraportada es tumbativo y que, a simple vista, la integración con las imágenes parecía conseguida y sugerente. Luego, al entrar en la historia, lo leí rápido con interés por saber el final y esto es otro tanto a favor." (Luis Daniel Gonzalez, Bienvenidos a la fiesta)

"Mil millones de tuberías es fundamentalmente un libro de aventuras que se desarrolla en ese particular mundo de tuberías y metal. La trama funciona muy bien, apenas da descanso al lector. Aunque no nos demos cuenta, hay bastantes pistas de lo que se descubre al final." (Jorge Gómez Soto, blog Literatura Infantil y Juvenil Actual)

"En Mil millones de tuberías las brillantes y jugosas descripciones del autor se apoderan de la trama que en algunos momentos tiene arranques de «comedia enloquecida», pero que se va filtrando gota a gota. Según veo, Diego Arboleda ha ejercido antes como guionista y, claro, esta huella se nota. Hasta el punto que Mil millones de tuberías podría, con algún retoque, adaptarse a la gran pantalla." (Daniel Nesquens, Revista Babar)